El menor interés en la elaboración de cerveza puede llegar a convertirse en una gran pasión por este hobby. Los entusiastas de este arte suelen involucrarse no solo para ahorrarse dinero, sino para ser parte de una de las prácticas más antiguas de la civilización. Sin embargo, la emoción por adentrarse en este mundo puede hacer que un principiante se apresure demasiado.
Durante el proceso de elaboración de cerveza, cualquiera cometerá errores, incluso los más experimentados, pero estos son parte de la experiencia y el aprendizaje. Equivocarse puede ser algo bueno, pues nos brinda la oportunidad de investigar, refinar nuestras habilidades y obtener más conocimientos. A continuación, te dejamos con los errores más comunes en la elaboración de cerveza que cometen los principiantes:
Tratar de elaborar algo complicado al principio
Buscar hacer una cerveza muy compleja o un lote muy grande cuando apenas estés comenzando posiblemente terminará en un desastre. Está bien ponerse altas expectativas, pero al igual que ocurre con la fermentación, debes dejar que tus habilidades mejoren con el tiempo. Como principiante, lo mejor es que empieces con una receta sencilla y pequeños volúmenes. Planea con cuidado y ten en cuenta el equipo que necesitarás. La paciencia y perfeccionar la técnica son las claves del éxito.
Ignorar la limpieza y desinfección del equipo
Sin duda, la práctica más importante de todo el proceso; ignorarla es uno de los errores más comunes en la elaboración de cerveza. Las manos sucias, superficies contaminadas o equipo infectado pueden arruinar un lote entero. Los más experimentados mantienen sus insumos limpios y desinfectados siempre; por eso, se recomienda tener siempre una solución desinfectante diseñada específicamente para elaborar cerveza. Tener tu equipo limpio te acercará todavía más a la cerveza que quieres.
Emplear agua sin calidad
El agua es el ingrediente más simple, barato e importante usado en este proceso. Uno de los errores más comunes en la elaboración de cerveza es utilizar agua de la llave. El líquido determina la calidad del producto; por eso, piensa en ella como un lienzo en blanco, y el agua de la llave definitivamente no lo es. Usar de otra fuente es lo más recomendable.
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No seguir las instrucciones
Como lo mencionamos anteriormente, la prueba y el error son importantes para experimentar, pero aun así debes entender las bases del proceso. Los principiantes suelen fallar con las medidas de los ingredientes, una clara señal de desesperación o de no seguir al pie de la letra las instrucciones. Si vas a mezclar los ingredientes de manera individual, sigue a detalle la receta y toma notas.
Olvidar el control de la temperatura
Un adecuado control de la temperatura es vital para obtener una cerveza de calidad. Los principiantes suelen pasar esto por alto, sobre todo durante la fermentación. Un exceso en la subida de temperatura puede aumentar el volumen de alcohol o hacer más dulce la cerveza. Por esta razón, el termómetro se vuelve tu mejor amigo. De igual manera, los paquetes de levadura suelen incluir los rangos de temperatura ideales para la fermentación y el almacenamiento.
Fijar metas imposibles
Los lotes defectuosos son parte de la práctica; por esta razón, documentar todo el proceso es sumamente importante, pues así podrás detectar qué es lo que salió mal y hacer los cambios pertinentes. Con el tiempo, notarás que tus cervezas serán cada vez mejores, solo debes tener consistencia y mucha paciencia.
LA PRÁCTICA HACE AL MAESTRO.
Fuente: Kegerator