¿Has tenido alguna vez la oportunidad de ver, tocar u oler un lúpulo fresco?; ¿te has preguntado cómo se eligen los mejores durante la cosecha? A pesar de no tener acceso a ellos en su estado más natural, es importante conocer el proceso con el que eligen los lúpulos ideales para hacer cada estilo de cerveza. Si alguna vez tienes las oportunidad de hacerlo o simplemente deseas saber un poco más sobre el procedimiento, aquí te dejamos las cosas que hay que tomar en cuenta al momento de hacerlo:
Pureza del cultivo
Los lúpulos deben estar libres de tallos, hojas y cualquier tipo de contaminantes.
Sequedad
Al apretarlos todos juntos, los conos no deberían quedarse pegados o perder sus hojas. Si están muy húmedos, se tornan de un color café oscuro, desarrollan un olor rancio y les puede salir moho.
Color y brillo
El color debe ser entre verde y amarillo, además de tener un brillo sedoso. Si están rojizos, significa que ya están pasados.
Lupulina
Debería haber tantas glándulas de lupulina como sea posible, con un color entre amarillo y dorado. También deben ser brillantes y viscosas. Esta es indudablemente la característica a la que todo cervecero debe prestar mayor atención.
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Aroma
El aroma de los lúpulos debe ser limpio y fuertemente persistente. Cada variedad tiene un aroma diferente, pero los que sin duda no deben percibirse son los ahumados, a cebolla, ajo, queso o sulfuro.
Las características que hay que buscar en los lúpulos frescos son el contenido de alfa-ácidos, el contenido de humulona, el aroma, las asociaciones con el estilo de cerveza, las características del sabor y su genealogía. Elegir los lúpulos adecuados para cada cerveza que quieras hacer es fundamental, pues de este dependerá su aroma o qué tan amarga sea.
Fuente: Brew Your Own