A pesar de que algunos piensan que se trata de algo tedioso, embotellar es una gran opción para almacenar la cerveza. Además de que las botellas se pueden usar una y otra vez, estas son fáciles de conseguir, sin mencionar que su transportación no representa gran problema.
Otros cerveceros también prefieren las botellas por el acondicionamiento y la posibilidad de una maduración más prolongada.
Pero todos están de acuerdo en que limpiarlas y secarlas es una de sus más grandes desventajas.
Las herramientas para secar botellas para cerveza usualmente no vienen incluidas en los kits, por lo que muchos suelen utilizar racks para platos o hasta toallas de papel para secar el interior, pero debemos saber que estas son malas ideas por cuestiones de desinfección.
La cerveza nunca debe entrar en contacto con superficies no desinfectadas; y entonces, ¿cómo se deben secar las botellas para cerveza? Aquí te damos algunos consejos:
Sistema FastRack
Esta herramienta es una gran alternativa, ya que mantiene seguras las botellas sin que entren en contacto con alguna superficie.
Un FastRack suspende las botellas por la parte del cuello, dejándolas bocabajo y secándolas por completo.
El FastRack permite colocar una botella sobre otra, aprovechando el espacio al máximo. Este también cuenta con una charola en la parte de abajo para recolectar el agua y evitar desperdiciarla.
Existen distintos tamaños de acuerdo a las necesidades del cervecero. Uno aguanta hasta 24 botellas de cuello largo, otro incluso puede soportar 12 botellas de 750 ml. Dos racks son suficientes para secar las botellas para cerveza necesarias para un lote de cinco galones.
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Secador de garrafones de vidrio
Sí, estos son perfectos para fermentar, pero limpiarlos y secarlos suele ser un suplicio.
Un cepillo y un limpiador de garrafones pueden ser suficiente para la limpieza, pero secarlos es otro tema.
Los garrafones presentan varias dificultades cuando se trata de secarlos porque tiene una abertura muy angosta y un cuerpo muy ancho, que es en donde se encuentra todo el peso. Por esta razón, ponerlos bocabajo para secarlos puede ser muy complicado. Aquí es en donde entra el secador.
Este aditamento es simple pero muy útil, pues se convierte en una base en la que el garrafón de vidrio puede descansar estando boca abajo, evitando que la boquilla entre en contacto con alguna superficie.
Para un cervecero que elabora múltiples lotes de cerveza al mismo tiempo, contar con una colección de estos secadores resulta una gran idea.
Fuente: Kegerator