Un hombre que hacía senderismo en Waipio, Hawái, descubrió hace unos meses un río que huele a cerveza.
Preocupado por la situación, el sujetó contactó a un grupo de ambientalistas locales. Tras hacer una rápida investigación, descubrieron que la tubería de un almacén de una empresa distribuidora de bebidas alcohólicas —Paradise Beverages— da directo al riachuelo.
Anthony Rowe, director de operaciones de la compañía, informó que ya está cooperando con las autoridades para solucionar el problema.
El equipo de un noticiero llamado Hawaii News Now midió el ABV del agua de lugar y encontró que era de 1.2 por ciento.
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Tristemente, los ambientalistas que llevaron el caso comentaron que este tipo de cosas son comunes en Hawaii, y con sustancias todavía más dañinas para el frágil ecosistema.
Foto: Carroll Cox
Fuente: The Washington Post