Las flores de la planta del lúpulo son un elemento indispensable de las cervezas, ya que les confieren aroma floral y amargor; sin embargo, en un inicio, estas características no fueron las que hicieron que comenzaran a usarse. A continuación, te contamos un poco sobre la historia de los lúpulos y algunos consejos para su cultivo y cosecha:
Origen
Los lúpulos son un ingrediente relativamente reciente en la elaboración de la cerveza, que se cree que comenzó hace 9,000 años. Estos, aparentemente, fueron incorporados hasta el año 822 en un monasterio benedictino al norte de Francia, y tuvieron que pasar otros 300 años antes de que los alemanes lo hicieran también.
Antes de ser utilizados en la cerveza, los lúpulos se disfrutaban como un vegetal amargo de crecimiento natural, y en algunas ocasiones como agente medicinal contra la ansiedad, el insomnio y los espasmos. La cerveza, por su parte, era aromatizada y conservada con una mezcla de especias y frutas denominada grut, tradición que no cambió sino hasta el siglo XIII, cuando se popularizó el uso del lúpulo.
Entre los siglos XV y XVI, se hacía una diferenciación entre la ale inglesa —caracterizada por el cereal malteado con sabor a grut— y la cerveza a secas —la cual incluía lúpulos—, por lo que sin llegar a restringirse el uso de estos, sí se procuraba hacer esta distinción, que continuó hasta mediados del siglo XIX. A principios del siglo XX, los cerveceros se dieron cuenta de que las resinas del lúpulo permitían una mejor preservación y sabor, lo que llevó a que se popularizaran nuevas variedades. Hoy, los más usados son Citra, Cascade, etc.
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Cultivo
Dado que las plantas de lúpulo viven mucho tiempo, es necesario elegir adecuadamente su lugar de crecimiento, contemplando una escalada en un lugar soleado idealmente orientado al sur y con un suelo bien drenado. Para evitar que se quemen, se recomiendo escoger un sitio con sombra durante las horas calurosas de la tarde. Muchos optan por enrejados caseros o marcos por donde pueda subir el lúpulo ayudado de cuerdas como de cáñamos, alambre o una red.
Los lúpulos requieren mucha agua, sobre todo en su primer año. En áreas donde el riego es necesario, se aconseja no aplicarla como si de un sistema de rociado se tratara, ya que ello crearía un ambiente húmedo que es propenso a las enfermedades. Lo ideal es un sistema de riego por goteo.
Cosecha
Un error común es recoger los conos del lúpulo demasiado pronto; si no se hace hasta que estén los suficientemente maduros, se perderán muchos alfa ácidos imprescindibles. Es importante recordar que con la recolección no acaba el proceso, pues todavía hace falta el secado. Dependiendo de la ubicación, la cosecha se produce entre mediados de agosto y septiembre. Las variedades aromáticas maduran primero. Conforme los aceites y las resinas se desarrollan, el cono manda nutrientes y agua de las brácteas a las glándulas de lupulina, dejando el cono un poco pálido.
Fuentes: Beer Scene Mag
Homebrew Association