Con la industria de la cerveza estancada desde hace un tiempo, las bebidas no alcohólicas atraviesan un momento clave de crecimiento e innovación; por esta razón, el mercado es cada vez más atractivo para los productores.
En el Reino Unido, por ejemplo, la empresa Seedlip creó los primeros licores destilados sin alcohol del mundo. Por otro lado, la cervecería Lagunitas lanzó una cerveza sin alcohol con THC y cero calorías en Estados Unidos. En el resto del mundo, marcas como Guinness, Heineken, Budweiser y Corona ya han lanzado su propia cerveza sin alcohol o con un muy bajo porcentaje. Tal parece que esta ha llegado para quedarse y más.
Una tendencia mundial
Los consumidores más jóvenes exigen ahora cervezas, cocteles y otras bebidas sin alcohol; a diferencia de los consumidores mayores, los millennials lo encuentran cada vez menos atractivo.
Esta tendencia ha dado lugar a una nueva categoría de bebidas, conocida como “NOLO” (no alcohol, low alcohol) por no tener alcohol o contener bajos porcentajes de este. Esto ha dado como resultado nuevas clasificaciones:
- Sin alcohol = no más de 0.05 % ABV
- Desalcoholizada = no más de 0.5 % ABV
- Baja en alcohol = no más de 1.2 % ABV
- Con alcohol = contiene más de 1.2 % ABV
Estas innovaciones tienen como objetivo atraer a los millennials; sin embargo, existen muchos otros sectores demográficos, mercados y motivaciones detrás del aumento de la popularidad de la cerveza sin alcohol.
Las ventas crecieron casi un 20 % durante los últimos cinco años, lo que la convierte en la de más rápido crecimiento dentro de la industria.
Esto ocurre en todo el mundo. En el Reino Unido, las ventas de cerveza sin alcohol crecieron un 58 % en el último año; además, casi un tercio de todas las cervezas chinas lanzadas en el 2016 son libres de alcohol. En EE. UU., el crecimiento de bebidas no alcohólicas y bajas en alcohol se acelerará durante los próximos cinco años, creciendo un 32 %, el triple de lo que lo hizo en los cinco años anteriores.
El Medio Oriente, musulmán en su mayoría, ha tenido tradicionalmente bajos niveles de consumo de alcohol debido a las leyes religiosas. Esto ha creado un gran mercado para las bebidas no alcohólicas.
En Japón, la gente mayor, muy cuidadosa de su salud, ha comenzado a beber cerveza sin alcohol.
Todas estas cuestiones se unen a las mejoras en la tecnología, las cuales permiten que la distinción entre las cervezas con alcohol y las que no tiene sea casi imperceptible.
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Pero ¿por qué las personas prefieren no beber alcohol?
Anteriormente, las pocas cervezas con alcohol que existían eran difíciles de conseguir y no tenían muy buen sabor. Hoy en día hay muchas opciones de cerveza sin alcohol que han abierto el abanico.
Para quienes buscan reducir su consumo semanal de alcohol, sin dejar de beber por completo, la cerveza sin alcohol puede ser una gran alternativa para esas salidas sociales entre semana. Además, el cuerpo humano asocia el sabor y el olor con la cerveza tradicional, por lo que produce dopamina, la misma sustancia química que nos hace sentir bien cuando bebemos alcohol. Misma recompensa, menor consumo.
Además, la cerveza sin alcohol tiene beneficios para la salud, ya que contiene vitaminas y minerales como ácido fólico, potasio, hierro y zinc, así como menos calorías. Y claro, al no contener alcohol, podemos evitar los efectos negativos de una resaca como ansiedad, el cansancio y la baja productividad.
Sin embargo, aunque las bebidas no alcohólicas a menudo se perciben como un reemplazo de sus contrapartes alcohólicas, las investigaciones muestran que el 20 % de la cerveza sin alcohol se vende como reemplazo de los refrescos.
Si bien a los amantes del elixir dorado les resulta complicado entender su bebida favorita sin alcohol, aquellos que no pueden beber por distintas razones encuentran en estas nuevas etiquetas una opción para hacerlo.
Fuentes: The Economist
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